Bonos vs Acciones: ¿qué diferencia hay entre el Bono y la Acción?

Acciones vs Bonos

Para entender las diferencias entre invertir en acciones y en bonos debemos primero comprender en qué consisten las acciones y en qué consisten los bonos:

¿Qué diferencia hay entre el bono y la acción?

Ahora que hemos sentado unas definiciones básicas vamos a ver las diferencias entre bonos y acciones. 

Aunque el objetivo de ambos tipos de inversión puede parecer similar, es decir, generar beneficio, las acciones y los bonos lo consiguen de formas muy diferentes: uno a través de los ingresos fijos regulares y el otro principalmente a través de las ganancias de capital.

• Los bonos generan ingresos para los inversores por medio del pago de intereses, conocidos como pagos de cupones, que se fijan al principio del plazo del bono. El pago de dichos cupones se realiza de forma regular hasta el vencimiento del bono; la regularidad depende del bono en cuestión. Una vez que el bono ha vencido, se devuelve al inversor la cantidad total por la que se vendió originalmente.
  
  
• Muchas acciones también realizan pagos regulares a los accionistas en forma de dividendos. A diferencia de los cupones, este tipo de pagos varía de un periodo a otro y pueden no llegar a pagarse. Por lo general, las empresas recientes y de rápido crecimiento tienden a no pagar mediante dividendos (o a pagarlos en menor cuantía), mientras que las empresas más grandes y asentadas sí lo hacen, siempre que obtengan beneficios.
  
  
• Para que un inversor se beneficie de las acciones, tiene que venderlas a un precio superior al que pagó originalmente por ellas, o cobrar dividendos. Esto significa que, a diferencia de los bonos, que tienen un tipo de rendimiento fijo, los inversores en bolsa no saben de antemano cuánto dinero generará su inversión, si es que lo genera.
   
  En el caso de los bonos, existe un límite predeterminado sobre lo que generará su inversión original. En el caso de las acciones, no hay, en principio, ningún límite de su rendimiento potencial.

Cuando compras un bono, estás prestando dinero a una corporación o a un gobierno, el cual deberá ser devuelto junto con un interés fijo.

• Un bono puede considerarse como un "pagaré" entre el inversor y el emisor del bono. Los tenedores de bonos no tienen poder sobre la entidad prestataria ni ninguna participación en su negocio: son un mero prestamista al que hay que devolver el dinero. 

Este es otro aspecto clave en el que difieren las acciones y los bonos. Al comprar acciones de una empresa, adquieres una participación en la misma; como accionista, eres copropietario. Esto significa que, además de compartir el éxito o el fracaso futuro de la empresa, también sueles tener derecho a voto, lo que te permite opinar sobre la gestión de la empresa.

En la primera diferencia entre las acciones y los bonos ya comentamos que, mientras que los bonos tienen una tasa de rendimiento fija, las acciones no tienen límite en cuanto a su rendimiento potencial.

Sin embargo, es importante que toda persona que quiera decantarse por bonos en lugar de acciones como una inversión entienda que ambos perfiles de riesgo son muy diferentes. El mayor rendimiento potencial de las acciones hace que éstas también vayan ligadas a un mayor riesgo. Vamos a verlo con más detalle: 

Acciones  

El riesgo asociado a la inversión en acciones es que, tras efectuar la compra, el precio de la acción caiga. La razón principal de que esto ocurra es que una empresa tenga un rendimiento inferior, pero también puede deberse a otros factores diferentes.

Por ejemplo, si la reputación de una empresa se ve turbada por un escándalo, si opera en un sector cuya popularidad ha caído o si ha sido víctima de una nueva normativa que dificulta su actividad.

Bonos

Aunque los bonos suelen considerarse la inversión más "segura" de las dos, es importante recordar que no están exentos de riesgo: los bonos conllevan el riesgo de impago, es decir, el riesgo de que el emisor del bono no le devuelva el interés o el capital acordado.

El nivel de riesgo de un bono depende realmente del emisor del mismo. Por un lado, encontrarás bonos con alto grado de inversión; bonos que son emitidos por entidades con una alta calificación crediticia y que, por lo tanto, se consideran de bajo riesgo. Sin embargo, estos bonos también tendrán un tipo de interés bajo.

Por otro lado tenemos los bonos basura; estos bonos tendrán una mayor rentabilidad, pero los emiten entidades con una calificación crediticia baja y, por lo tanto, conllevan un mayor nivel de riesgo.

Sin embargo, al sopesar el riesgo y la recompensa de los bonos frente a las acciones, también hay que tener en cuenta que, si una empresa entra en liquidación, sus tenedores de bonos tendrán prioridad sobre los accionistas en la distribución de los fondos restantes.

¿Acciones o bonos? ¿O acciones Y bonos?

Entonces, ¿cuál es mejor, las acciones o los bonos? En realidad, no hay una respuesta a esta pregunta, principalmente porque, como acabamos de ver, las acciones y los bonos son dos instrumentos muy diferentes que pueden utilizarse para alcanzar objetivos distintos.

Los bonos son potencialmente más adecuados para los inversores en rentas, mientras que las acciones son más adecuadas para los inversores que buscan crecimiento.

Sin embargo, no es necesariamente una cuestión de acciones o bonos. La mayoría de los inversores de éxito afirman que una cartera saludable está compuesta por acciones y bonos. Invertir en diferentes clases de activos dota de diversificación al inversor, la cual es una parte fundamental de la gestión del riesgo.

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