Wall Street rompe su racha de pérdidas con pequeñas ganancias
El martes, Wall Street puso fin a una racha de cuatro días de ventas, y el Nasdaq, el S&P 500 y el Dow Jones registraron ganancias del 0,01 %, 0,10 % y 0,28 %, respectivamente. Mientras tanto, los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. siguieron aumentando, con los rendimientos de los bonos a 10 años alcanzando sus niveles más altos del mes.
Uno de los temas dominantes este año ha sido, sin duda, el precio de la energía. En marzo, los precios del petróleo se dispararon a sus cifras más altas desde 2008 en respuesta a la invasión rusa de Ucrania. En consecuencia, la inflación, que ya se estaba descontrolando debido a la interrupción de la cadena de suministro causada por la pandemia COVID-19, se vio exacerbada.
Sin embargo, desde junio, los precios del petróleo no han dejado de bajar. El Brent y el WTI se han desplomado un 37,5 % y un 38,4 % respectivamente desde sus máximos de marzo. En el proceso, ambos benchmarks han perdido casi por completo sus ganancias de lo que llevamos de año.
Ayer, el Brent cerró la sesión con una subida interanual del 2,8 %, mientras que la subida interanual del WTI se situó en el 1,4 %. Así pues, los precios del petróleo se sitúan no muy lejos de donde empezaron el año, pero con perspectivas muy diferentes.
Hace casi un año, escribíamos que el Brent se iba a disparar en 2022, y parecía que la vista estaba puesta en los 80 dólares por barril. Sin embargo, un año después, parece que ese impulso ha cambiado de dirección.
Sin duda, la perspectiva de una recesión mundial está influyendo en gran medida sobre los precios del petróleo. Y es que, cuando la economía se contrae, la demanda de petróleo disminuye, lo que naturalmente redirige el precio a la baja.
Además, una oleada de positivos en COVID-19 en China, el mayor importador mundial de petróleo, también ha generado inquietud por las perspectivas de la demanda. No obstante, ayer los precios se vieron respaldados por un descenso mayor de lo previsto en las existencias de petróleo en EE. UU., lo que sugiere que la demanda de petróleo se mantiene estable.
Dadas las perspectivas económicas, no sería de extrañar que los precios del petróleo siguieran viendo problemas a medida que nos adentramos en el nuevo año. Además de seguir de cerca la situación en China, los traders de petróleo deberán estar atentos a la próxima reunión de la OPEP+, prevista para febrero, en la que probablemente se debatirá sobre los objetivos de producción.
A pesar de las subidas de ayer en Wall Street, Tesla, componente del S&P 500, se desplomó más de un 8 %, ya que los inversores temen que su Consejero Delegado, Elon Musk, abarque mucho y apriete poco.
Además de Tesla, Musk también es consejero delegado de Twitter y SpaceX, fundador de The Boring Company (una startup de construcción de túneles) y co-fundador de Nueralink, una startup de neurotecnología.
Es la más reciente de sus adquisiciones la que parece haber puesto a los mercados en contra del fabricante de vehículos eléctricos. La última venta se produce después de que varios corredores de bolsa recortaran drásticamente sus objetivos de precios para las acciones de Tesla esta semana, haciendo especial hincapié en la distracción de Musk en Twitter.
El precio de las acciones de Tesla se ha desplomado más de un 60 % en 2022, con un rendimiento muy inferior al del mercado bursátil en general, y ha caído casi un 40 % desde que Musk completó la adquisición de Twitter y se autoproclamó consejero delegado a finales de octubre.
Sin embargo, menos de dos meses después de tomar las riendas, y con unas cuantas decisiones controvertidas a su espalda, Musk realizó una encuesta en Twitter durante el fin de semana, preguntando a sus seguidores si debería dimitir como CEO de Twitter.
Más del 57 % de los 17,5 millones de votantes respondieron afirmativamente, y Musk confirmó ayer que será consecuente con el resultado y dimitirá cuando encuentre un sustituto adecuado.
Es probable que este movimiento beneficie a las acciones de Tesla a largo plazo, liberando a Musk para centrarse más en Tesla en una coyuntura de clima económico complicado y reparando parte del daño que las recientes payasadas de Musk han provocado en nombre de la empresa. Sin embargo, hasta que se proclame a un sucesor en Twitter, la controversia al respecto continuará en el ambiente.
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